Las primeras líneas de este Blog van dirigidas al origen o fuente de originación de negocio del mercado de deuda hipotecaria.
En Pérez Luengo abogados somos expertos en el asesoramiento para invertir en deuda hipotecaria, préstamos Non Performing Loans (NPLs) o préstamos hipotecarios fallidos.
En España, la gran crisis económica del año 2007 propició una gran cadena de impagos en los préstamos bancarios que se fueron concediendo desde los principios de los años 90. Estos préstamos hipotecarios, al consumidor o de empresa, se concedieron impulsando el motor crediticio que servía de pulmón financiero a las grandes actividades de promoción inmobiliaria que se desarrollaban en este país. Por un lado, pequeñas y grandes promotoras experimentaban un crecimiento exponencial con cada nuevo proyecto que acometían, las cuales vendían los inmuebles sobre el propio plano y se embolaban los grandes beneficios propios de esta actividad incluso antes de terminar las edificaciones. Por otro lado, los pequeños consumidores veían satisfechas sus necesidades de crédito para alcanzar sus primeras viviendas, gastos incluidos, con financiaciones que superaban en algunos casos el umbral del 100 % de la operación. Estos segundos, compraban los edificios de obra nueva financiados y, dichas compras, servían para que las promotoras pagasen (o permitiesen la subrogación) de sus propias financiaciones de préstamos promotor. El problema surgió cuando el estallido de la burbuja, junto a factores críticos externos de índole internacional, propició que los consumidores y PYMES no pudieran cumplir con sus obligaciones de pago y se desencadenara una gran oleada de impagos que hizo a los bancos españoles incumplir a su vez sus obligaciones de pago con el resto de bancos europeos (con los que habían asumido obligaciones en el marco de los préstamos interbancarios).
Debemos recordar llegados a este punto, que un banco como entidad de crédito no tiene fondos propios con los desarrollar su actividad. La tarea para financiar la asume a través de solicitar dinero prestado a otros bancos europeos a través del mercado de financiación interbancario y prestar ese mismo dinero, a empresas y consumidores nacionales, a un tipo de interés más elevado que el que los propios bancos nacionales soportan. A modo de ejemplo de aproximación: solicita prestado una gran cantidad de dinero, y a corto plazo, a un tipo de interés del 0.2% en el mercado interbancario y, posteriormente, presta a 1,5% de interés a consumidores y PYMEs pequeñas cantidades a largo plazo. Esto supone que una gran y masiva cadena de impagos como la producida en el año 2007 y siguientes, desemboque en ulteriores incumplimientos de los bancos españoles con sus acreedores y homólogos europeos.
Esta cadena de impagos producida por la crisis produjo los llamados en el argot del negocio “NPLs” o “NON PERFORMING LOANS” o préstamos impagados. Es decir, grandes volúmenes de carteras de préstamos impagados que se comenzaron a registrar en todas las entidades de crédito españolas.
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